Dia 1: Conectando con el Espíritu Santo de Dios
La Presencia Continua
Romanos 8:11
“Pero si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive en ustedes.”
El Espíritu Santo, que participó en la resurrección de Jesús, habita en nosotros, prometiendo la resurrección y renovación continua de nuestros propios cuerpos y espíritus.
Primero, reconozcamos esta verdad asombrosa: el Espíritu Santo vive en nosotros. No es un visitante temporal; es un residente permanente en los corazones de los creyentes, una fuente continua de poder y vida. Su presencia es una afirmación constante de nuestra conexión con lo divino, una realidad que deberíamos permitirnos sentir y reconocer cada día.
Este Espíritu no solo mora en nosotros, sino que también trabaja activamente, dando vida a nuestros cuerpos mortales. Es un recordatorio de que no estamos solos; somos sostenidos y revitalizados por el poder divino. Cada día, el Espíritu nos imparte frescura, vigor y renovación. Aun cuando nuestros cuerpos puedan sentirse débiles o cansados, el Espíritu nos infunde la vitalidad espiritual necesaria para enfrentar cada día con esperanza y propósito.
Hoy, tómate un momento para cerrar los ojos y respirar profundamente. Siente la presencia del Espíritu Santo dentro de ti. Imagina su poder fluyendo a través de cada célula, cada fibra de tu ser, renovándote y fortaleciéndote. Agradece al Espíritu Santo por esta inmensa bendición y pídele que te ayude a ser más consciente de su presencia y poder actuando en tu vida cada día.
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